CAPITULO VI

​

El centro del equilibrio

​

El centro del equilibrio, se encuentra en el oído, como ya todos sabemos gracias a los investigadores científicos, y no han descubierto su asociación.

​

Pero es casual que el lenguaje de la música, está en armonía con el lenguaje de la naturaleza.

La matemáticas del cosmos, la naturaleza y de la música, juegan en una misma sincronización donde la lógica no alcanza su comprensión.

​

Un bailarín no es bailarín si no hace música entregando su cuerpo como un instrumento musical, sin ello es un gimnasta, aunque logre ser el experto mas perfecto de la humanidad, sin ser su cuerpo un instrumento musical no es un bailarín.

Sin oído, no tendría desequilibrada su coreografía con la música que acompaña.

​

Lamentablemente:

obedecer la voz del centro del equilibrio, que esta en nuestro oído (no en la estructura social) no está asociada en absoluto con una vida normal pactada por el sistema mundial.

Solo pregunto por curiosidad ¿Será por eso que necesitamos guerras para destruir y volver a construir?

​

Ser un buen bailarín no es sinónimo de ser un normal ciudadano

porque escuchar la voz de nuestro equilibrio interno y dejar latir nuestra vida

en función de su música y su naturaleza, no es compatible con el sistema

del mundo diario.

Simplemente su estructura no coincide con nuestra propia naturaleza.